No hay dos sin tres

En estos días me llama especialmente la atención la gran visibilidad de algunos coleópteros y hemípteros en las proximidades de mi casa. Con la bajada de las temperaturas, parece como si estos visitantes estuvieran buscando un lugar donde hibernar al cobijo del calor humano.
Este año no había visto ninguna Thea vigintiduopunctata (en abreviatura: Thea 22-punctata), habitual visitante de nuestro hábitat y de este Blog. Hoy, haciendo una serie de observaciones con caracoles, me he fijado en un minúsculo ejemplar de Thea 22-punctata.



A diferencia de otros parientes de la familia Coccinellidae, Thea 22-punctata se alimenta de minúsculos hongos que crecen en las plantas. Lo llamativo, hoy, ha sido que al poco rato me ha llamado la atención otro ejemplar de la misma especie en las proximidades de por donde deambulaba el anterior.



Como dice el dicho: no hay dos sin tres; por lo que me he puesto a buscar activamente un tercer ejemplar. Pero no había forma. Me encontraba a punto de desistir cuando, por fin, un tercer ejemplar de Thea 22-punctata ha sido avistado a pocos metros de los anteriores, aunque con horas de diferencia.