Nacer: una peligrosa aventura
No suele resultar fácil ver nacer a los fásmidos, esto es, eclosionar; término que puede utilizarse tanto para la fase de crisálida en la metamorfosis como para la de huevo: romperse su envoltura para permitir la salida o nacimiento del animal (definición de la Real Academia de la Lengua Española). Ahora les está tocando el turno a los insectos hoja, los Phyllium siccifolium. Al igual que ocurriera con los insectos palo, los Medauroidea extradentata, la eclosión es un momento bastante delicado para la ninfa, yéndole, en ocasiones, la vida en ello.
Esta ninfa de Medauroidea extradentata no consiguió sobrevivir a la eclosión, como muchas otras de sus hermanas.
En cambio, esta ninfa de Phyllium siccifolium, pese a importantes dificultades por liberarse del huevo, lo ha conseguido aunque sus dos patas traseras han quedado atrapadas.
A veces, en el nacimiento, las patas atrapadas conllevan la autotomía, esto es, el desprendimiento por parte de la ninfa de la extremidad atrapada, como si supiera que la recuperará en la siguiente muda.
Pero no siempre el resultado va a ser el apetecido. Hoy, una ninfa de Phyllium siccifolium ha perecido en el nacimiento. Las patas atrapadas eran las anteriores. Estas observaciones parecen indicar una posición muy variable en el interior del huevo, a diferencia, por ejemplo, de lo que sucede con Carausius morosus en que la cabeza parece ser lo primero que asoma tras la apertura del opérculo del huevo.
Etiquetas: Carausius morosus, eclosión, fásmidos, huevo, insecto hoja, insecto palo, Medauroidea extradentata, metamorfosis, ninfa, Phyllium siccifolium
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