El cazador enmascarado

El Reduvius personatus es un hemíptero de la familia Reduviidae, más conocidas como chinches asesinas. A esta familia pertenece el género Triatoma, principal transmisor de la enfermedad de Chagas en América, y a los que tuve ocasión de conocer en mi etapa doctoral en la Universidad. Pero eso es otra historia. Hemos encontrado este ejemplar que no nos ha resultado muy difícil de identificar. Se trata de una ninfa de Reduvius personatus literalmente embadurnada de polvo y residuos, un sistema habitual que utiliza para camuflarse y poder capturar sus presas, que según he podido informarme, suelen ser pulgas.

Una vida panza arriba

De siempre me han llamado la atención esos bichejos que habitan en charcas, albercas y pilones, que suben a la superficie para coger aire y sumergirse rápidamente. Hoy he hecho unas pequeñas capturas para inmortalizarlas fotográficamente. Resulta curioso que estos insectos viven, literalmente, panza arriba, de modo que lo que vemos de ellos es su cara ventral. Se trata de unos hemípteros acuáticos vulgarmente denominados Ángeles de agua y que pertenecen al género Notonecta. Se alimentan de las larvas acuáticas de los mosquitos, fundamentalmente.



Y esta es su vista dorsal, la cual no resulta nada fácil de obtener

Un visitante inesperado

Aunque no se trata de un insecto, no he podido resistir la tentación de su captura para observarlo durante algunos días. Como no creo que me dejen tenerlo en casa, tengo que aprovechar estos días que me encuentro sólo mientras la familia está de vacaciones. Anoche, este ejemplar de escorpión amarillo (Buthus occitanus) se nos coló dentro de casa. Tras pulverizar un poco de agua en su habitáculo se puso a beber ávidamente las pequeñas gotas ayudándose de sus pinzas. Después de una pequeña búsqueda en internet para identificarlo y averiguar sobre sus presas preferidas, a falta de insectos válidos por el momento, le suministré una respetable araña que acechaba en el porche de casa. No la hizo el menor caso. Sin embargo, esta mañana no quedaba resto alguno de la araña.
Desde mi infancia, no había vuelto a ver un escorpión en el campo. En los próximos días le fotografiaré en mejores condiciones de luz.



3 de Agosto:
Instalado en un terrario provisional, con piedras para que pueda buscar refugio, el nivel de estrés de este escorpión ha disminuido considerablemente. Esta noche ha vuelto a dar buena cuenta de otra araña.



Saliendo de caza de coleópteros para el escorpión, encontré este magnífico ejemplar de Pseudolucanus barbarossa, macho.