Iris oratoria

Si hace un año hacíamos referencia en nuestro post septiembre en octubre al retraso en la visualización de las mantis, este año parecen haberse adelantado. Si bien, este ejemplar de la foto no es una Mantis religiosa.



Gracias a este trabajo de Pardo González, hemos encontrado las claves para la identificación de los géneros de la subfamilia Mantinae (familia Mantidae) a la que pertenece el ejemplar de arriba. Lo más característico es la presencia de dos tubérculos en el esclerito frontal en el género Iris (ver figura) que no se dan en el género Mantis.



Aunque es mucho más llamativa la gran mancha que ocupa una gran extensión de la cara interna de las alas, no hemos sido capaces de fotografiar el ejemplar en vuelo. Manipularle no nos ha parecido lo más adecuado. Haciendo click sobre la foto superior, a mayor aumento, se puede comprobar que la presencia de los tubérculos en el esclerito frontal nos permiten identificar a Iris oratoria, por otra parte mucho más pequeña que Mantis religiosa y que, en la foto siguiente, se puede comprobar la ausencia de dichos tubérculos.



Adenda (27 agosto 2009)

El hallazgo ayer mismo de un cadáver de una mantis en una maceta, nos ha permitido fotografiar lo que mencionábamos un poco más arriba respecto a las alas de Iris oratoria. Es el tercer ejemplar (aunque éste muerto) de esta especie que avistamos en dos días.

Los huevos de Manolo

Hemos adquirido una gran responsabilidad en estos días veraniegos: cuidar de los huevos de Manolo. Entendámonos, Manolo se ha marchado de vacaciones y nos ha dejado al cuidado de sus huevos de insecto hoja, el mismo que protagonizaba esta entrada, y madre de los mismos.



Se trata de Phyllium giganteum y, según Manolo y sus cuentas, estamos fuera de las mismas, es decir, que es probable que de un momento a otro empiecen a eclosionar. Con mimo, estamos procediendo a humidificar el habitáculo en estos calurosos días por si se produce el esperado evento, lo que sería muy bonito. Por el color de alguno de los 32 huevos, sospechamos que algunos no son viables; quizás sea el momento de retomar el trajín de los huevos.